Consejos para unas vacaciones tranquilas con niños

1. Protección Solar: Cuida la Piel de Tus Pequeños

La piel de los niños es más delicada y sensible que la de los adultos, por lo que es fundamental protegerla del sol. Aplica un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, media hora antes de salir, y repite la aplicación cada dos horas, o después de que tu hijo haya nadado o sudado. No olvides áreas como las orejas, el cuello y el dorso de las manos. Además, es recomendable que los niños usen sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV, y ropa ligera pero de manga larga, especialmente durante las horas más intensas del sol, entre las 10 a.m. y las 4 p.m.

2. Seguridad en el Agua: Disfrutando del Mar y la Piscina sin Riesgos

El agua es una de las principales atracciones del verano, pero también puede ser peligrosa si no se toman las precauciones necesarias. Si vais a la playa o a la piscina, asegúrate de que siempre haya un adulto supervisando de cerca a los niños, incluso si saben nadar. Usa chalecos salvavidas homologados para los pequeños que aún no son nadadores expertos y enséñales a no correr cerca del agua para evitar caídas. También, establece normas claras sobre el comportamiento seguro en el agua, como no empujarse, no zambullirse en aguas poco profundas, y mantenerse siempre cerca de un adulto.

3. Hidratación Constante: Mantén a los Niños Bien Hidratados

El calor del verano puede llevar fácilmente a la deshidratación, especialmente en los más pequeños, que suelen estar tan ocupados jugando que olvidan beber agua. Asegúrate de que tus hijos beban agua frecuentemente a lo largo del día, incluso si no sienten sed. Evita las bebidas azucaradas y gaseosas, ya que pueden contribuir a la deshidratación. Lleva siempre contigo una botella de agua cuando salgas de casa y ofrece frutas frescas como sandía, melón o naranjas, que son excelentes opciones para mantenerlos hidratados y energizados.

4. Protección contra Insectos: Evita las Picaduras y Molestias

El verano también trae consigo la presencia de insectos como mosquitos, abejas y otros bichos que pueden causar picaduras molestas o incluso reacciones alérgicas en algunos niños. Aplica un repelente de insectos adecuado para la edad de tu hijo y cúbrelo con ropa ligera de manga larga en las zonas donde los insectos son más comunes. Si vais a pasar tiempo al aire libre, especialmente durante el atardecer, considera usar mosquiteros o repelentes naturales como citronela. Y en caso de picaduras, ten a mano una crema calmante para aliviar la picazón.

5. Seguridad en los Viajes: Preparados para el Trayecto

Si tus vacaciones implican un viaje en coche, asegúrate de que los niños estén siempre correctamente sujetos en su asiento de seguridad o silla elevadora, según su edad y peso. Haz pausas regulares durante trayectos largos para que los pequeños puedan estirarse, y lleva contigo un botiquín de primeros auxilios con todo lo necesario para emergencias menores en el camino. Además, prepara una bolsa con snacks saludables, agua y entretenimientos como libros o juguetes para que el viaje sea más agradable para todos.

6. Cuidado con los Golpes de Calor: Mantén a los Niños Frescos

Los golpes de calor son un riesgo real durante los días calurosos de verano, especialmente en los bebés y niños pequeños, cuyos cuerpos no regulan la temperatura tan eficientemente como los adultos. Asegúrate de que tus hijos estén vestidos con ropa ligera y transpirable, y evita la exposición prolongada al sol. Busca sombra o espacios frescos durante las horas más calurosas del día y nunca, bajo ninguna circunstancia, dejes a un niño solo en un coche, ni siquiera por un corto periodo de tiempo.